Hacía ya mucho tiempo que tenía ganas de realizar el siguiente ejercicio. Responde a un planteamiento tan simple como contestar a la siguiente pregunta: ¿qué influencia tienen las marcas sobre mis decisiones y mis actos durante mi vida cotidiana?
Antes de entrar en materia, creo interesante comentar que me considero (me consideraba) una persona poco expuesta al influjo de las marcas, como elemento de decisión a la hora de adquirir un producto o servicio. Vamos, lo que en argot de márketing se denomina 'comprador orientado al precio', para el que la marca representa una mínima importancia en su decisión de compra. Me equivocaba. La marca, como concepto relacional con mi entorno, tiene un papel más que relevante.
Hace unos años, este descubrimiento me hubiera provocado urticaria; confundía la influencia con la manipulación, en muchos aspectos, pero a día de hoy me incita a una profunda reflexión. No es la finalidad de este post exponerla, pero creo que el resultado puede incitar reflexiones similares en otras personas, especialmente a aquellas interesadas en los procesos de comunicación comercial.
Os dejo, pues, con la lista. Es sencilla de entender: ordena a nivel cronológico (a lo largo de un día) el contacto que mantengo con productos y servicios en una jornada laboral cualquiera. Expreso, entre paréntesis, los valores de marca que (creo) me impulsaron a elegir una entre otras. He tratado de ser sincero, pero seguramente muchas personas sacarán sus propias conclusiones sobre porqué he podido elegirlas realmente.
- Despertador marca desconocida (precio, diseño)
- Lámpara marca desconocida (precio)
- Piso de la constructora Global (calidad, confianza, prescripción)
- Dentífrico Lacer (recomendación y ubicación preferente en lineales de las farmacias)
- Té a granel (comprado en tienda especializada de mi ciudad. Punto de venta acorde con el bienestar que le atributo a esta bebida)
- Galletas marca blanca (precio)
- Calcetines Calzedonia (precio, facilidad de adquisición)
- Pantalones tejanos Lefties (precio, diseño estándar)
- Camisa Desigual (diseño)
- Móbil Nokia N70 (prestigio)
- Ipod de Apple (confianza en marca, prestaciones, experiencia favorable con producto anterior, y, por encima de todo, su diseño)
- Colgador marca desconocida (diseño)
- Cafetera Aroma Italia (precio, servicio)
- Impresora OKI (precio, recomendación)
- Scanner Epson (prestigio, precio)
- Impresora HP (relación precio-prestaciones)
- Imac de Apple (confianza en marca Apple, diseño, prestaciones, sistema operativo Mac Os X)
- Disco duro externo LaCie (seguridad, confianza)
- Bolígrafo Bic (si pides bolis a tu proveedor de material de oficina, te traerá Bic, no hay otra...)
- Porta-minas Faber Castell (precisión, fiabilidad, confianza)
- Tableta Gráfica Wacom (calidad, fiabilidad, prestigio)
- Sofware Adobe (calidad, prestigio, herramienta estandar a nivel profesional. Sin ellas no eres nadie en este mundillo)
- Explorador Firefox (prestaciones)
- Programa correo Mail de Apple (prestaciones, facilidad de uso)
- Televisor Phocus (precio)
- Radio3 o Viva Radio (afinidad emocional e ideológica)
- Legumbres marca blanca (precio)
- Tomate triturado marca blanca (precio)
- Coca-cola (sabor, facilidad de adquisición)
- TV3 (afinidad cultural)
- Pienso Royal Canin para mi mascota (recomendación, prestigio)
- Carne y pescado Eroski o Carrefour (confianza, facilidad adquisición)
- Verdura (comercio local, confianza)
- Postre lácteo marca blanca (precio)
- Libro Ediciones 62, novela (afinidad cultural, diseño)
- Marca páginas (targeta Periferia, afinidad cultural... faltaría más)
Lo que está claro es que el ejercicio me ayudará a valorar mejor mis decisiones a partir de ahora y a estar más atento a las estrategias que las empresas 'exitosas' utilizan para ubicarse en lugares tan preferentes de nuestra vida cotidiana.
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