Exposiciones de Periferia en Terrassa



El Festival Baumann v08 acaba de comenzar. Ayer tuvimos la oportunidad de acudir a la sesión inaugural, donde la Concejala de Juventud, Mariví Orta, dio el pistoletazo de salida a las diversas actividades del evento. Fue la mejor oportunidad para ver cómo funciona sobre el terreno el diseño que hemos realizado para su campaña de difusión. Algunos medios hablan de que esta es la edición más ambiciosa del festival, y nosotros deseamos que nuestra intervención haya ayudado a posicionarlo como tal.

Como colofón al trabajo de comunicación realizado para el festival, la organización nos brindó la oportunidad de realizar una pequeña exposición en la sala Muncunill (Plaça Didò) donde poner de manifiesto los procesos que se han llevado a cabo 'entre bambalinas'. Y precisamente desde ayer, dia 16 de septiembre, ya puede visitarse.

La exposición es breve y sencilla, pensada para compartir con cualquier público interesado los puntos más relevantes del proceso cretivo que nos llevó 'de la idea a la campaña', tal y como reza su título. Estamos especialmente orgullosos de haber enfocado el tema desde su vertiente más popular, haciendo partícipe al/la espectador/a de lo que hay tras un proceso de diseño estratégico.



La exposición estará en la sala Muncunill durante todo el festival, o sea, hasta el 27 de septiembre.

A parte de esta exposición, Periferia también ha realizado una instalación gráfica en la sala de 'puro y copa' del restaurant Catarsi, titulada 'Minúscul-Majúscul'. En ella, mediante una instalación de lonas de gran formato, experimentamos con la estrecha y constante relación entre elemento y composición, módulo y construcción. Podéis vistarla en cualquier momento en el que el restaurante tenga sus puertas abiertas.

Vida de un diseñador (la de verdad)


Aun a riesgo de que nuestro querido R me tache de haber posteado sin piedad uno de sus posts, no he podido reprimir mis ganas de incluir en el blog de Periferia estas reflexiones que realizó en su blog y que resumen 10 años de su vida como diseñador gráfico de talento incalculable. Creo que son interesantes tanto para otros diseñadores como para cualquiera que esté interesado en como funcionan las cosas en la mente de alguien que dedica su vida a esta profesión.

Aprovecho también para recomendaros su blog, el cual comparte con MC, su pareja. Uno de los rincones de internet más interesantes que conozco, tanto a nivel de contenidos como de diseño. Sin duda ejemplar por su elegancia y el exquisito tratamiento de los contenidos. Sólo R y MC podrían hablar de temas tan dispares como el cine de superhéroes, las fundiciones tipográficas digitales o la poesía y hacer que formaran parte del mismo universo apasionado.

Es un post largo, pero vale mucho la pena.

· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·

En 10 años se aprenden unas cuantas cosas sobre la profesión. Algunas llegan antes que otras, en función de tus propia experiencias. Hace tiempo que le daba vueltas a este post y he decidido publicarlo ahora. A continuación os presento una serie de reflexiones. No pretendo dar lecciones a nadie, que conste. Son simples pensamientos en voz alta. Algunos son recursos técnicos, y otros, aspectos menos específicos. Aquellos con más experiencia que yo tal vez coincidan en algunas cosas y probablemente se opongan a otras. Siempre es bueno conocer el punto de vista de los demás. Allá vamos...

1. Diseña con la cabeza
Y no hablo de pensar conceptos. Es obvio que eso es algo necesario y que se da por entendido. Hablo de diseñar. Gráficamente. Planificar y dibujar en tu mente es vital. Una lección básica en cualquier escuela de diseño: ‘haced bocetos, todos los que hagan falta… llegad a un punto satisfactorio y después plasmadlo con detalle’. Qué obvio parece. Pero la velocidad del día a día nos impide planificar demasiado, ¿no es cierto? Al final apenas tenemos tiempo para actuar de forma no-precipitada. Pero tengo una cosa clara: no importa lo rápido que seas con tu programa favorito de diseño. Tu mente es más veloz. Pensar soluciones visuales es gratis y rápido. Plasmarlas con un lápiz en un papel es cuestión de segundos. No requiere concreción ni un acabado preciso. Sólo aproximaciones. Desde ese punto, se puede desarrollar en el papel hasta puntos insospechados. Hace ya unos meses que llevo conmigo una libreta en la que anoto ideas y soluciones desarrolladas. Desde un garabato inicial hasta indicaciones de retícula o tipografía. Y es increíblemente gratificante comprobar que cuando lo tienes todo atado, la resolución en tu Mac/Pc es casi instantánea. Quemo menos mis ojos, tengo más capacidad de actuación en etapas tempranas de diseño y sobretodo gano tiempo. Comprobado. Si dispones de 3 horas para hacer un trabajo, dedica 1 a planificar y diseñar con un lápiz. Es probable que al final sólo necesites 2.

2. Palo seco + Palo seco= ¿incorrecto?
Una lección que aprendí de la excelente diseñadora Petra Schiek: si vas a combinar dos tipografías demasiado parecidas, escoge una única familia y usa los pesos que necesites. Y era cierto. Qué estupidez combinar una Helvética con una Gill Sans, por decir algo. Me lo tomé TAN a rajatabla que decidí no volver a combinar nunca jamás dos tipos de palo seco (o serif) en un mismo trabajo. Pero el último Grand Laus a Miquel Polidano deja claro que siempre hay excepciones: combinar una Avant Garde y una Knock Out en un acertadísimo proyecto (me quito el sombrero) para Only Espectacles le ha valido el reconocimiento máximo del jurado. Si no quieres arriesgar, usa un tipo de letra para cada proyecto, o combina serif y grotesca. Si decides emplear tipos similares de diferentes familias, asegúrate de ser un maestro en tipografía, como poco.

3. Más es más. Menos es menos. Suficiente es más.
Seguro que lo habéis oído mil veces. Hay quien decidió seguir el dogma del menos es más. Y también del más es más. Ambas cosas parecen tener su lógica. El minimalismo como erradicación de lo accesorio, o el maximalismo por el maximalismo. Hace poco leí un artículo sobre lo que los diseñadores consideraban un trabajo acabado: ¿Cuándo decidir que tu pieza está acabada? La respuesta más repetida entre los encuestados fue: ‘Cuando añadir algo más al diseño parece accesorio’. Suficiente es más. En su medida exacta. Tengo grabadas en la cabeza unas palabras del diseñador/ilustrador Rian Hughes publicadas en el libro Illustration: Real World Graphic Design Projects - From Brief to Finished Solution que son oportunas: ‘Trabajo muy rápido porque tengo las ideas claras. Lo que es muy importante. Si sabes lo que estás haciendo, lo has pensado bien, y el trabajo tiene esa lógica inherente y esa simetría conceptual del buen diseño, entonces ya está. Y si le das más vueltas, es posible que lo eches a perder’. Amén.

4. Más de 3 no
Excepto en trabajos editoriales extensos, intento aplicar esta ‘regla’. NO usar más de 3 cuerpos de letra distintos en un mismo trabajo. Especialmente cierto en piezas compactas y directas, como un poster, un flyer… Ya no se trata de que uses un mismo tipo de letra. Si decides que el titular principal va a cuerpo 40, el subtítulo a 24, los nombres de los Dj’s de esa noche a cuerpo 14, los datos de acceso en cuerpo 8, el destacado especial en cuerpo 12, y la letra pequeña en 6, habrás echado a perder la jerarquía tipográfica. Será confusa en el mejor de los casos, siempre que no lo hayas planteado como una solución de diseño intencionada o como un recurso de dirección de arte. Creo que es evidente cuando las diferencias de tamaño son casi insignificantes (10, 12, 14...). El contraste es necesario.

5. De todo y de todos se aprende
No importa dónde trabajes. Si crees que lo sabes todo, estás equivocado. Conocerás a un diseñador que no está a tu altura, pero sus métodos podrán resultarte desconcertantes y hasta puede que mejores que los tuyos. Estamos tan sumergidos en nuestros propios atajos de teclado, en nuestras soluciones para los problemas del día a día que aplicamos con rigor, que no somos capaces de ver que hay formas más sencillas y directas de hacer las cosas. Entablar conversaciones o trabajar mano a mano con otros diseñadores es lo más enriquecedor que puede pasarte profesionalmente. Aliméntate de la experiencia de los demás, y comparte conocimientos.

6. Tu trabajo es importante
Que nadie te diga lo contrario. Estoy harto de comparar mi trabajo con el de un médico. Qué tópico. Desde luego no nos jugamos el cuello cada día, ni salvamos vidas. Es fácil perder en ese sentido. La función del diseñador está tan infravalorada hoy en día que da lástima. Esa es la realidad en España, como mínimo. Casi nadie parece dar demasiado crédito a la función y el valor del diseño en la sociedad actual, en parte porque pocos se plantean qué les incita a comprar un producto en vez de otro en el supermercado, o por qué oscuros designios somos capaces de orientarnos en el metro siguiendo el sistema de señalización, o por qué nos encanta esa camiseta con estampado tipográfico, o por qué prefiero un ipod Shuffle antes que un producto técnicamente superior de una marca distinta. Tenemos nuestro lugar en el mundo. Y aprovecho para decir que los diseñadores son auténticos expertos en tirar piedras sobre sus propios tejados, despreciando el valor de nuestro trabajo. Qué difícil encontrar un puesto como diseñador en el que consideren que es justo pagarte 1.300 € mensuales por tu trabajo.

7. Huye de las tendencias
No soy nadie para decir esto, porque me he sentido influenciado por ellas en casi todas las etapas de mi vida profesional. Observar el panorama actual es importante para saber en qué punto nos encontramos y estar seguros de que no estamos desfasados. Pero si crees que para estar al día, debes hacer lo mismo que los demás, acabas de iniciar un camino hacia ningún sitio. Al final, las ideas se canibalizan de tal manera, que el sector entero se satura de soluciones repetidas hasta la saciedad, hasta que a alguien se le ocurre algo distinto. Son pocos los que pueden asegurar que innovan. El resto se deja arrastrar. Hazte un favor y deja a un lado tus libros sobre diseño. Cierra Firefox y ponte delante de tu pantalla o de tu libreta (punto 1). Hay principios esenciales del diseño que jamás caducarán (ver punto 8). Tenlos en mente y déjate llevar. Es probable que obtengas resultados más genuinos que si decides impregnarte de las últimas rayadas de los gurús de la red.

8. El buen diseño es universal
He trabajado con diseñadores españoles, australianos, holandeses, portugueses, argentinos, alemanes... Y creo que está claro que todos coincidimos en lo que consideramos un buen diseño. Con esto quiero decir que las soluciones 'válidas' son casi infinitas, pero todas se sostienen sobre unos cimientos esenciales universales.

9. El diseño es tipografía. ¿Verdad?
Ahora, menos que nunca. Lo he comentado varias veces. Hay una crítica común hacia el diseño actual: la gente abusa de las soluciones tipográficas. Me encantan, lo admito. Soy un pecador. Pero la tipografía no es nuestra única herramienta. Es un hecho. Algo me dice que buscar caminos inversos será beneficioso a corto y medio plazo. Piensa de forma horizontal.

10. La especialización es buena
Justo lo opuesto a lo que se da en nuestro país. Tomad cualquier oferta de trabajo al azar y veréis disparates de la talla: ‘Se necesita persona experimentada en diseño editorial. Con conocimientos avanzados de InDesign, Illustrator, Photoshop, tipografía y preparación de originales. Preferiblemente con conocimientos de Premiere, After Effects, y conocimientos de PHP/ASP, SQL, html/css, javascript, xml+flash+actionscript’. A-. Entiendo. Todo un experto en diseño editorial, sí señor. Esto es indignante, ridículo y poco profesional. Di que necesitas un/a chico/a para todo y acabamos antes. Por lo que he visto en estos años, esto es algo común incluso en estudios profesionales de cierto nivel. Yo creo mucho en la especialización. Si eres capaz de dar el 150% en un sector concreto del diseño, céntrate en ello. Diversificar es importante, pero centrar tu actividad en 20 puntos distintos es una paradoja.

11. La inspiración proviene de lugares insospechados
Cuando tu inspiración te abandone temporalmente, búscala en ámbitos ajenos al diseño gráfico. Una novela o un concierto pueden reportarte mucho. Existe ritmo y soluciones estéticas en la poesía y en la música. Y estoy convencido de que somos lo suficientemente complejos como para extrapolarlos al diseño. A veces no es necesario ser tan abstractos: los recursos de un interiorista pueden abrirte puertas.

12. Los diseñadores en la sombra
Escucha a las cabezas visibles del diseño. Probablemente han topado con cosas interesantes que pueden ayudarte o inspirarte. Pero al margen de estos individuos, existen otros diseñadores sin nombre. Nunca han sido referenciados en un libro. Sus nombres no generan entradas en Google, llevan una vida entera dedicada al diseño y sus bolsillos están llenos de recursos y conocimientos valiosísimos. Invariablemente te habrás cruzado con uno. Yo he aprendido de ellos más que de nadie.

En fin... Seguro que se os ocurren muchos otros puntos que podrían incluirse en el listado. Os animo a aportar lo que queráis. Aprovecho para agradecer a Jetsan las (en ocasiones) largas conversaciones que hemos tenido respecto a muchos de los puntos comentados. Aunque nos encante ponernos peros, yo he sacado mucho de todas ellas.

Y de paso, perdón (y gracias) a todos aquellos que hayan leído el post de arriba abajo. Esta vez me he pasado un poquito, pero creo que era mejor no segmentarlo :-)

R.